Una
administración financiera sólida en el sector público es una herramienta para alcanzar
las metas políticas, económicas y sociales; el proceso de información que el
gobierno realiza a menudo se encuentra atrasado en comparación a los medios
sofisticados que utilizan las organizaciones del sector privado, es necesario
comprender que muchas de las técnicas y enfoques que permiten a las empresas
del sector privado crecer y producir mayores ingresos a sus accionistas, tienen
que ser adoptados por el sector público con la finalidad de aumentar la
productividad de las inversiones públicas que realizan los gobiernos de turno.
Debido
a las continuas crisis económicas que han pasado la mayoría de los países
latinoamericanos, a los recursos públicos escasos, existe un incremento de las
demandas de responsabilidad y transparencia en los gobiernos de turno, ya que
la población de un país (los accionistas) muestra una mayor exigencia en el uso
efectivo y eficiente de los recursos públicos.
La
clave de una entidad es que ésta integre sus actividades para trabajar hacia el
logro de su misión global y metas. Un enfoque funcional que no considera la
necesidad de logro eficaz y eficiente de la misión y de los objetivos de una
organización, puede deteriorar el cumplimiento rutinario de sus reglamentos,
normas y procedimientos.
Para
desarrollar e implementar un sistema integrado de administración financiera, se
debe entender la misión y metas de toda la organización; si bien la informática
ha proporcionado las herramientas para integrar organizaciones y sistemas más
complejos, las necesidades de información de la entidad deben definirse
cuidadosamente y entender las interfases entre las diferentes unidades
operativas o subsistemas de información.
El
SIAF es un sistema y sus partes no pueden funcionar efectivamente o existir por
separado. Ellas son interdependientes. Esto tiene ciertas implicaciones para el
diseño, desarrollo y funcionamiento del SIAF. Primero, el plan debe abarcar los
elementos críticos básicos siendo por consiguiente, importante que como mínimo,
el diseño del SIAF abarque los elementos clave de contabilidad, presupuesto,
tesorería, deuda pública y un marco legal apropiado.
El
SIAF está basado en el concepto de la administración de la entidad. La
estructura de la entidad es la que define los parámetros y propósitos del SIAF.
La administración financiera no existe en el vacío. Existe para llevar adelante
los propósitos de la organización, cualquiera fueran esos propósitos.
La
centralización normativa y la descentralización operacional son la clave para
diseñar un SIAF. La meta es establecer normas que permitan agregar y comparar
la información financiera a través de los centros de presupuesto dentro de la
entidad, la meta no es controlar las operaciones de este centro directamente.
Un
tema común en toda implementación exitosa de un SIAF, ha sido el reconocimiento
de la necesidad de reorganizar totalmente el marco conceptual en el cual se
apoya la administración financiera en el sector público, redefinir los procesos
involucrados y cambiar profundamente la cultura organizacional de control,
hacia una cultura de administración.
El
apoyo de los políticos y los líderes
gubernamentales es esencial para la aplicación del SIAF. Cambiar el
sistema de administración financiera de un país requiere de un esfuerzo largo y
sostenido y de recursos sustanciales. Aún cuando los beneficios son muchos, no
son tan visibles políticamente como la construcción de un hospital o una obra
de gran envergadura.
El
principal beneficio de instalar un SIAF es mejorar la calidad en la toma de
decisiones con respecto al uso de recursos financieros limitados. Las
consecuencias financieras de decisiones se vuelven mucho más claras. La
información financiera es más oportuna, confiable y relevante ya que ésta es
ingresada una vez que la transacción se ha realizado y está a disposición de
diferentes usuarios.
La
información financiera oportuna y exacta mejora la confianza de los mayores
acreedores del gobierno en su habilidad de pagar sus deudas oportunamente.
Cuando la información es confiable y está disponible, la confianza del acreedor
se incrementa, incluso en tiempos financieros difíciles.